EL CLUB DE LOS NARRADORES
Las curiosas tribulaciones del estudiante Andreas Stein
LOS RIOS FICTICIOS
BRUXELLES PIANO-BAR
Capítulo I: ME RECUERDAS A AUDREY HEPBURN
Partes 1 a 7.
(continuará)
EPISODIOS UNIVERSITARIOS
Lo decorativo y despiadado en la voz de Irineo Funes
INVENTARIO XXI Y LIBRO MAYOR
Apostillas y comentarios a la ficción actualizados
LOS VISITANTES
CARLOS LISCANO
Todo lector conoce la fábula del muchacho o muchacha que quiere ser escritor. Hace poco más de un siglo, James Joyce dio la versión sublimada de su propia experiencia en el personaje de Stephen Dedalus, al que le dedicó una novela semidestruida por asuntos domésticos. Años después retomó el proyecto, que llegó hasta nosotros con el título de “Retrato del artista adolescente”, publicado como folletín entre 1914 y 1915 en “The Egoist” y como libro en 1916. En el último capítulo, el héroe propone un tríptico moral y estético que circula como asunto a meditar en todos los talleres literarios: “No serviré por más tiempo a aquello en lo que no creo, llámese mi lugar, mi patria o mi religión. Y trataré de expresarme de algún modo en vida y arte, tan libremente como me sea posible, tan plenamente como me sea posible, usando para mi defensa las solas armas que me permito: silencio, destierro y astucia.”
Algunas estaciones las armas las carga el Diablo. Lo que en Irlanda era un programa de provocación, en el caso de Liscano el uruguayo se vuelve devolución de la fatalidad. Silencio, destierro y astucia tienen en su obra nueva significación; allí circula el país como relato malogrado durante los años verdes, el lenguaje es exigido para que diga lo indecible y si no puede mejor que se calle. El encierro que sabemos, es ocasión de transfiguración voluntaria en escritor; la vida -ella siempre- cronicando el cotidiano al alcance de la mano y negociando lo mejor que se pueda el desasosiego que acerca a los papeles en blanco. Como hay dos cuerpos del rey -el ensayo de Ernst Kantorowicz es de 1957- hay dos cuerpos del escritor. Una zona medular de la obra de Liscano explora este territorio bicéfalo -donde patrulla el doppelgänger- en textos explícitos como “El escritor y el otro”. Mirado desde el oficio alteró paradigmas sólidos, más que una escritura narrando la dictadura -esos textos abundan en las vidrieras a veces minando el efecto buscado- se aplicó a indagar secuelas de la violencia conocida en la ciudad de la Novela, de ahí el desconcierto que pueden provocar obras como “La mansión del tirano”
Un día le escribimos a Carlos diciéndole que sería bárbaro que se acercara al Cabaret y que viera por las dudas. Al otro día respondió enviando -como si fuera poco- fragmentos de un libro inédito sin poner condiciones. La Coquette le está debiendo un almuerzo en Don Koto.
El soporte original manuscrito es una libreta mexicana, la versión mecanografiada tiene dos epígrafes, un diálogo (fechado Set. 2016) y una cita de los Diarios de Kafka. El texto comprende 59 fragmentos y se terminó de redactar en Capurro, el 9 de mayo de 2019. Está dedicado “A la memoria de María Carme Gabarró”
ARCHIVOS
El cazador Gracchus amarra en Montevideo
(diario de la obra)
Biblioteca musical (nuevo)
Índice general del año Uno de La Coquette
Fichero de las Programaciones mensuales desde Abril 2020
SEXTA BANDA DE AUDIO DE LA COQUETTE
Rolando Villazón / “La danza” de Giacomo Puccini.
Lalo Schifrin / “Mission : Impossible”.
John Coltrane / “My favorite things” de Richard Rogers y Oscar Hammerstein.
Ignacio Corsini / “La pulpera de Santa Lucía” de Héctor Pedro Blomber y Enrique Maciel.
Dick Annegarn / “Bruxelles”.
Astor Piazzolla / “Boedo” de Julio de Caro.
Lucio Battisti / “E penso a te”.
Charles Aznavour / “J’aime Paris au moi de mai”.
Robson Miguel / “Aquarela do Brasil” de Ari Barroso.
Deep Purple / “Smoke on the water”.
María García Vigil / “Ojalá” de Silvio Rodríguez.