Título: Variaciones sobre Hemingway.
Género: tríptico narrativo.
Autor: Hugo Burel.
Edición: textos parcialmente publicados / primera edición integral
Cabaret Literario La Coquette / mayo 2022.
Acceso a “Variaciones sobre Hemingway”
Hay libros como “La muerte de Virgilio”, “El loro de Flaubert” o el reciente “Melvill” de Rodrigo Fresan, donde los autores hacen un alto en sus obsesiones para oír las voces de escritores admirados. No es a descartar un acto de veneración de larga data, la catarsis positiva eludiendo la emulación tentando con sus racimos, siendo memoria de experiencias fundadores o el ansia de escribir alguna de las páginas leídas decenas de veces. Hugo Burel -dentro de su extensa producción- hizo un par de altos en tal sentido, metió una moneda en la jukebox con los Beatles: “Un día en la vida. Qué cantaron los Beatles” reeditado hace unos meses y otro es la trilogía sobre Ernest Hemingway.
Abre la expedición el afán de ser un pasador y que los más jóvenes compartan su misma emoción de lectura en la movida postmoderna. La experiencia del autor narrador termina en fracaso como debía ser, ante una platea donde es más conocido Homero Simpson que el autor de “Paris era una fiesta”, acaso esperanzado de que la sandez receptiva sea pasajera y alguno entre los seminaristas -en un futuro hipotético- acompañe a Spencer Tracy peleando contra los escualos por salvar el gran pez en el golfo, lo que es una metáfora acertada de la voracidad de la narrativa. Al escritor no le va mejor en la Banda Oriental en un entorno de información matinal con chistes, imitación permanente y simpatía por la caricatura; lo mismo allá en el Norte gringo, donde abundan personajes condenados al parecido físico con los famosos. Burel rastrea el crecimiento, apogeo y decadencia anunciada de David Merryl, un texano igualito a Hem que se subió feliz a la montaña rusa, confundió proscenio hueco con vida y comenzó -sin duda- a tener pesadillas con rinocerontes, escopetas y hospitales de campaña en el frente de batalla, nunca vistos por un vendedor de camionetas. En “La última noche del cazador” es un Burel arriesgado y sombrío el que toma las riendas de la historia, sabedor que para entender el misterio hay que seguirle la pista a la presa hasta las últimas consecuencias. Es factual en el trato de los acontecimiento, se retiene en las arenas movedizas de los últimas gestos del escritor y trata de iluminar la sombra final que hizo el cuerpo de Ernest el 2 de julio de 1961. Muestra las aristas fatales del iceberg negro de tinta y deja cargar la parte del león en las profundidades nocturnas, asume el mandato de entreabrir las puertas del más allá guardando silencio y el espectro de Hem lo autoriza: pasada la última noche del narrador asoma la primera aurora de la leyenda.
Entradas preferenciales: fotos de escritores / 2 de Julio / Daiquiri / Katcham, Idaho / elegancia / doppelgänger / Sloppy Joe / Viva Las Vegas / Harry’s Bar / W y C Scott.