EL CLUB DE LOS NARRADORES
Un apócrifo: “Martillo de jesuitas”
LOS RIOS FICTICIOS
Capítulo II: ELLA FUMABA DUNHILL VERDE
Partes 8 a 15.
(continuará)
EL ASTILLERO
Mi primer Felisberto
VIII) El pianista y los personajes
(continuará)
INVENTARIO XXI Y LIBRO MAYOR
Apostillas y comentarios a la ficción actualizados
LOS VISITANTES
En la figura de Circe Maia se concentran varios paradigmas claves de la literatura uruguaya contemporánea; tiene algo de prodigioso en este mes de Julio, que su palabra -en el espacio- viaje desde Tacuarembó y ascienda hasta la nube virtual de La Coquette. Una precocidad infantil en verso y la perseverancia cuando las nieves del tiempo, la dictadura hurgando dentro del hogar y sus secuelas dolorosas en la poesía, trayectoria accidentada en la docencia y el taller de la traducción. Su presencia de debe a la generosidad de varios amigos; recuperamos un texto que se dice prólogo y poética vigente de cuando Maia tenía veinticinco abriles. Las editoras de su obra del sello Rebeca Linke (Graciela Franco, María del Carmen González, Patricia Núñez) autorizaron la difusión de varios poemas y a ellas nuestro reconocimiento.
Carina Blixen los seleccionó y había escrito el 2 de mayo de 2021 en El País Cultural lo que sigue. “Clara, audaz, difícil y hospitalaria: los adjetivos surgen juntos al querer presentar, en forma apretada, la poesía de Circe Maia. Agregar que es, a un tiempo, clásica e irreverente tal vez ayude un poco más a dar idea de la vastedad de la provocación que supone esta obra de apariencia humilde. Maia estudió Filosofía y fue docente en esta disciplina, pero no es el pensamiento abstracto su modo de “responder al mundo”, sino la poesía. Como señalaron, en los años ochenta, los responsables y colaboradores de la revista rosarina Diario de poesía, su obra reniega de un lenguaje que se vuelva sobre sí mismo. Por eso la “transparencia” es posiblemente la noción más convocada en el momento de interpretarla. Las fuentes de los variados registros de su actividad poética se encuentran -ha explicado en diversas entrevistas- en lo leído y en lo vivido. Al mismo tiempo, concibe la poesía como un acto, impulsado frecuentemente por una sensación. Es un estado que surge cuando se echa a andar la escritura. No expone ideas, pero muchos poemas tienen una elíptica estructura argumentativa. Es una manera de crear la necesidad de un lector activo, que se involucre en un razonamiento al que generalmente asiste cuando ya ha comenzado.”
Por primera vez asistimos en La Coquette al diálogo espejo entre dos visitantes, a los poemas de Circe Maia le responde un ensayo esclarecedor de Carina Blixen publicado en el libro homenaje “Circe Maia: palabra en el tiempo” (APLU y Rebeca Linke Editoras, Montevideo: 2021). Blixen es docente de literatura egresada del IPA y periodista cultural; vivió en Madrid a comienzo de los años ochenta en pleno destape español, donde estudió la obra de Juan Benet y el período catalán de Joaquín Torres-García. En 2013 defendió en Lille su tesis de doctorado sobre Carlos Liscano, que luego se hizo libro: “Cuando la literatura es el surco. Figuras del desplazamiento en la narrativa de Carlos Liscano.” Quizá la tarea reservada y con obra más visible de Blixen, es la de estudiosa en el Departamento de Investigaciones y Archivos literario de la Biblioteca Nacional. En el pretil de lo fantástico transitó por el tríptico Marosa (y sus variaciones), Felisberto y Levrero. Avanzó en los secretos de las mujeres solas del 900 y a los nombres de María Eugenia y Delmira, le fue sumando avatares poéticos de Juana, Idea, Clara Silva y Alicia Migdal. En 1997 cuando casi todos glosaban sobre el centenario de Faulkner, Carina decidió rescatar a un atleta olvidado apodado en Brasil o terror das pistas -muchacho moreno de mirada taciturna, nacido en 1897 en el montevideano barrio Guruyú-; escribió y publicó en el 2000 “Isabelino Gradín: testimonio de una vida”. Dramas de la intolerancia como los del Sur del Norte suceden aquí también, a la vuelta de la esquina, mientras en la vereda una cuerda improvisada de tambores va templando las lonjas.
ARCHIVOS
El cazador Gracchus amarra en Montevideo
(diario de la obra)
Biblioteca musical(nuevo)
Fichero de las Programaciones mensuales desde Abril 2020
SEXTA BANDA DE AUDIO DE LA COQUETTE
Rolando Villazón / “La danza” de Giacomo Puccini.
Lalo Schifrin / “Mission : Impossible”.
John Coltrane / “My favorite things” de Richard Rogers y Oscar Hammerstein.
Ignacio Corsini / “La pulpera de Santa Lucía” de Héctor Pedro Blomber y Enrique Maciel.
Dick Annegarn / “Bruxelles”.
Astor Piazzolla / “Boedo” de Julio de Caro.
Lucio Battisti / “E penso a te”.
Charles Aznavour / “J’aime Paris au moi de mai”.
Robson Miguel / “Aquarela do Brasil” de Ari Barroso.
Deep Purple / “Smoke on the water”.
María García Vigil / “Ojalá” de Silvio Rodríguez.