2) El índice Moldava

Esta nota es innecesaria pues todo lo que pueda decir está incluido en la misma escritura; acaso unas líneas sobre ubicación, naturaleza y contenido. Desde siempre el pobre índice cumple la función loable de fidelidad presentando y todo el mérito se lo llevan los capítulos restantes; por una vez decidí darle protagonismo. 

Como el libro lo abre la voz del interesado incitado por el hijo curioso del compañero de oficina, el índice no podía estar en los créditos iniciales. Destinarlo al final hubiera sido injusto y darle la misión de capitulo segundo me pareció una solución digna. Decidí sacarlo de su clásica aceptación inicial al objeto libro, dejarlo respirar como función de ordenamiento e incluso valor de variable en el mundo especulativo y algorítmico de los mercados bursátiles. Quizá también de dedo señalando el camino llevando al castillo de la literatura y por ello tiene nombre de río de taumaturgo. Es material metonímico en cuanto condensa el libro, muestra los movimientos previos a la redacción y es promesa. Su redacción requirió el mismo tratamiento -a veces más intenso por su heterogeneidad- que el resto del libro. Es síntesis del sistema planetario girando alrededor de la estrella kafkiana apagada en 1924 y que seguirá brillando los próximos siglos luz, hasta que Shiva decida lo contrario.